Se atreven a seguir mis locos desmadres...

domingo, 20 de junio de 2010

El Mejor Padre que te pude escoger*

La verdad es que mi Hijo Favorito de los Mayores no se parece a su padre; y que no por eso mi esposo es feo. El “problema del papá" continuó a través de toda la primaria, cuando lo molestaban por el apellido. El lío era que su padre tiene un apellido de solamente tres letras. Eso le costó que lo fastidiaran y le pusieran sobrenombres.

Sin embargo, el tipo del “feo” del apellido de tres letras de quien él no se parecía, lo llevaba al baloncesto, jugaba a los piratas en la cama, lo subía y le daba vueltas; y siempre estuvo pendiente de todos los intereses, detalles y gustos de su Primogénito.

Sus cumpleaños siempre fueron fiestas nacionales. Era su Padre quien lo llevaba a jugar golfito, a la bolera y a correr bici en el paseo tablado que bordea la playa. En otro de los cumpleaños, cada espacio de la casa se convirtió en un festival de Monopolio y su padre estuvo pendiente de todos los detalles. En otro, casi una decena de casetas de campaña ocuparon el patio. ¿Y quién se encargó de que no se martillaran los dedos? El del apellido de las tres letras: Súper Papi.

Ya nadie se burlaba del apellido de tres letras ni de que el Primogénito no se pareciera a su padre.

Una noche de esas en las que los muchachos empiezan las salidas nocturnas y las restricciones de las 12 de la medianoche (que siempre se pueden extender un poco más), recibimos una llamada del Primogénito: estaban en el carro de un amigo, y por la falta de experiencia, dejaron las luces encendidas mientras iban al cine. El amigo no se atrevió a llamar a su represivo padre, y le pidieron a nuestro hijo que llamara a Súper Papi, a sabiendas de que los socorrería sin peleas.

Yo me escandalicé como gallina alborotosa y lloré rogándole a mi esposo que fuera a socorrerlos. Su táctica fue otra. “Para que aprendieran”, les dio las instrucciones paso a paso para que cargaran la batería con los cables de no sé qué e hicieran no sé cuánto. Los chicos salieron del aprieto gracias a Súper Papa. Y así ha sido unas cuantas veces más. Todavía hoy, Súper Papi ayuda al aspirante a abogado a hacerse corbatas y a “bregar con el carro”.

Son tantas las historias, que continuaran como novelas de entrega. Y nunca le he tenido que repetir al muchachote lo que le dije en Kinder: "Tu papá es el Mejor Padre que te pude escoger".

¡Feliz Día de los Padres, mi amor!

*Publicó en duplicado por razones especiales en A Cualquiera le Sucede, blog hermano; los comentarios particulares quedan en cada uno.

(Foto, del album familiar)

2 comentarios:

Fiaris dijo...

Me gusto la historia de la vida real ,ojala mi super papi hubiera vivido unos años mas se me fue a los 10 años.
Niña has armado tal alboroto con el hibisco llevandolo de aqui para alla se va a marchitar!!!que sepas que estoy dando guerra a intruso ,a solas pues no logro encontrarte sister,besotessssss.

Cassiopeia dijo...

fiaris, las cosas son como son y cuando son. Alguna razón hay. Te lo digo yo.

Guapa, soy irremediablemente alborotosa, especialmente a la hora de las celebraciones. Cómo no voy a celebrar que te hayan visitado 80,000 veces para leer tus sensatos pensamientos en un periodo de 9 meses!
Es el mejor parto cibernético del que haya escuchado.
Besos.

(oye, no será mejor por el msn de hotmail?)