Se atreven a seguir mis locos desmadres...

martes, 20 de julio de 2010

Mi amado, limpio y bellísimo Rambo

Tanto que nos esforzamos por neutralizar la violencia en las mentes enanas y Rambo nos ganó. Mi Hijo Favorito de los Mayores nos dio la sorpresa. Con una cinta amarrada en la frente, se creyó facsímil razonable de Sylvester Stallone. El golpe emocional me aturdió porque estaba segura que ese muchachito era el más pacífico del mundo gracias a las prédicas montessorianas.

- ¡Grrrr! Soy fuerte y peleo con los malos!

(Hummmm… ¿Con, o contra…?) No le pedí detalles para no darle standing al guapo actor de aguerridos aspavientos. Pero la verdad es que de verle la mirada rabiosa –sin razón- quedé fría. ¡Qué fácil aprenden violencia los chiquitos! ¡Afortunadamente mi Rambo no era tan cochino como el de las películas, y se dejaba bañar! No recuerdo que tuviera puñales ni metralletas. Ahora,sólo me ataca con besos y apretones a los chichos*.

[chichos= la grasita en la cintura de las desmadradas adictas a los chocolates]

(Foto, del Web, por supuesto...)

2 comentarios:

Ricardo Marin dijo...

Rambito el bueno, bueno todos tenemos algo de rambo.

besos

Cassiopeia dijo...

Sí, Sol de Almería... hasta yo!
Cariños