Se atreven a seguir mis locos desmadres...

sábado, 3 de julio de 2010

Queridos nietos de mi esposo e hijos de mis hijos...

Les debo esta explicación para que no crean que me niego a ser abuela ni a quererlos. Al contrario, me enternezco y entremezco de pensar que van a bajar de alguna estrellita para aterrizar en el vientre de sus maravillosas madres (a quienes todavía no conozco) para ser arrullados por ellas y por mis hijos.

Estoy haciendo lo indecible para llegar a ese momento. Parece que no va a ser pronto porque los chicos están estudiando y alegan que se van a tardar en emparejarse y en tenerlos. Yo no sé si eso funciona así, porque hasta el día antes de casarme con su abuelo, yo me negaba. Les cuento otro día. Mientras, les revelo algunas anécdotas de sus padres, la mayoría de las cuales ello no le dirán.

Esta es la historia de cómo surgió eso de “los nietos de mi esposo e hijos de mis hijos”:

Erase que fué, un Día de las Madres en el que mi esposo se antojó de llevarme a cenar a un restaurante “fancy” en el Viejo San Juan. Mi Hijo Favorito de los Menores estaba en escuela superior y trabajaba de mesero en la hermosa Ciudad Amurallada. Siendo el más formalito de los dos (y porque al final del día arrojaba aromas a bisté con cebolla y mofongo relleno de camarones), se bañó en la incómoda ducha de “El Punto” y apareció al punto de encuentro, guapo, oloroso y hasta con un gabán. Su abuelo, Mi Hijo Favorito de los Mayores y yo llegamos juntos. Para bendición mía, que no podía caminar bien, estacionamos el frente de “Corazón”. Fancy, fancy. Lindo lindo. Caro, caro… pero no me podía negar.

Teníamos reservación, pero como yo tenía mucha dificultad en caminar, nos sentaron en un lugarcito especial e íntimo, cerca de la puerta. Como siempre, su abuelo me prodigó regalos, mimos, cositas bonitas... y repitió recuerdos de mis primeras aventuras de Mamá Novata… Total, los mismos cuentos de siempre. Cuando ya nos tenía anestesiados, a su abuelo se le zafó la frase: “… cuando seas abuela…” ¡No se quieran imaginar!

- ¿Quieres nietos? ¡Te los compro!

- ¡Mi amor! ¿Qué dices?

- Que si quieres nietos, te los compro. Es muy pronto para pensar en eso.

Pregunta y contestación dejaron sin aliento a su abuelo y a las otras madres/abuelas que celebraban en el mismo restaurante. Aparentemente lo dije en tono de voz un poco alto. Les advierto que sus respectivos futuros padres/tíos reaccionaron con carcajadas. No los culpen. En aquella época, de veras que me agradecieron el comentario. Como podrán comprobar, pasaron muchos años de esa cena en "Corazón" antes de que ustedes –nietos de mi Corazón -bajaran de sus estrellitas para acomodarse en el vientre de sus maravillosas madres… y en el corazón de todos.

No están molestos con abu… ¿verdad que no? No teman, que no los pedimos por e-Bay ni Amazon. No nacieron de inventos de laboratorio ni por el método Ricky Martin. BTW, que no se les olvide: los amamos.

(Ilustración, de la Web)

4 comentarios:

Pluma Roja dijo...

Simpático relato Casio, me has hecho reír. ¡Felicitaciones!

Hasta pronto.

Cassiopeia dijo...

Aída!!!! Tú sí eres abuela, verdad? Espero que no te molestes conmigo.
Me alegro verte por acá. Sigo los updates de las entradas más nuevas por "Cualquiera". Cerré Intruso porque cerró mi ciclo de conVivir con alguien que no me merece. Son más que él y no voy a dejar que me haga más daño... o sea... cambio de estrategia.
Besitos amorosos!

Daia Galeano dijo...

Cassio, te pasas! cómo van a estar enojados tus nietecitos?... dentro de algunos años, cuando lean esto, te amarán muchísimo más... tienes el corazón muy noble...un gran abrazo, ya sabes, con cariño... :)

Cassiopeia dijo...

Ay Daiana!! La idea es ue como sé que les va a llegar el chisme, sepan que no los compré...
Besitos!
BTW, TU te pasaste con ese regalazo!
Gracias!