Se atreven a seguir mis locos desmadres...

martes, 22 de junio de 2010

¡Vacaciones de verano en Camp Abuela! II

Cada niño es un mundo, dicen por ahí. Yo digo que cada uno parece llegar de galaxias distintas y que las mismas experiencias, en los mismos escenarios, con los mismos personajes, rinden distintos frutos. En el caso de Mi Hijo Favorito de los Menores, que también fue el Nieto Favorito de los Menores, las Visitas de Vacaciones de Verano (VVV) en Camp Abuela provocaron un cambio en su meta vocacional. En vez de basurero, quiso ser “Vaquero de Vacas (VV) montando caballos".

Nada de pistolas ni estrellas de lata en el pecho que lo identificaran como Sheriff. ¿Botas? Sí. ¿Sombrero? Sí. ¿Mahones (jeans)? Sí. Pañuelo amarado al cuello? Sí. ¿Chaleco sobre camisa de mangas largas? Siempre que hubiera uno limpio, pero igual podía ser un mameluco. ¿Vaqueta con pistolas? ¡Nunca! “¡Ech que yo choy baquedo de bacach con un cababayo!" Por eso no podía faltar una soga (cuerda) relativamente parecida a la de enlazar toros salvajes… aunque el más enano de los enanos quisiera ser vaquero de vacas.

En un país tropical, donde no hay botas de vaquero ni para disfraces de Halloween, no fue fácil “respetar” la nueva vocación del enano más enano…. que a la sazón, se había convertido en el hermano menor mas jodón del mundo.

¡Ahhhh! Pero Little did we knew… la cosa fue empeorando con el tiempo, y los cambios de vocación causando más situaciones difíciles. Después, el Nieto Favorito de los Menores siguió siendo “el prieto sala’ito de aguela”… aunque dejara de correrle detrás a las vacas.

Y colorín, colorado… a estas notas le faltan muchos capítulos de los próximos cambios en vocación del enano mas enano…

2 comentarios:

vsdjfn vu dijo...

Qué tierno!
"Baquedo de bacach" jejejejeee
Hummm.... mi hija hasta ahora me ha dicho que quiere ser princesa, y eso que ya cuenta con cuatro añitos.

Cassiopeia dijo...

Mayo... la cosa se complica; pronto querrá ser reina y cuande pestañees, Lea, la Reina de las Galaxias!!

Todavía faltan cambios de vocación...

Disfruto tanto de tus cuentos que ya parece que comadreamos desde hace años...

Besos!