Se atreven a seguir mis locos desmadres...

miércoles, 28 de julio de 2010

Son casados si hay besos en la boca… o en la trompa (En el cine II)

Hay besos, y, ¡HAY BESOS!

Desde niños, nuestros hijos supieron distinguir unos de los otros y a verlos naturalidad. Pero como no todos los niños son iguales, Mi Hijo Favorito de los Menores siempre identificó los besos en la boca entre hombre/mujer como una muestra de amor de parejas “casadas”. Cuando veíamos a una parejita de enamorados besándose, Mi Hijo Favorito de los Menores gritaba: “¡Mamá, Papá! Esos dos están casándose!”

El comentario llegó a ser tan predecible, que llegó el momento en que no le prestamos importancia. Nos lo decía a nosotros, a los abuelos de San Germán; a los tíos y a sus respectivas parejas cuando nos besábamos en la boca auque fueran “besos de piquito”. En fin, que ya era algo normal; como normal era que lo dijera cuando estábamos en familia, o en el auto.

Pero en el cine… la primera vez que lanzó el grito de que una pareja se estaba “casando con un beso” fue en una película romanticona, y, ¡qué rayos!

El público se rió, nos miró, y ahí quedó todo. Tal como sucede en las película romanticonas, las escenas de besos apasionados abundaron seguidas de los gritos del muchachito. O sea, besos/gritos; besos/ gritos… Como lo poco divierte y lo mucho enfada, nuestros vecinos en la oscuridad se fueron molestando cada vez más… mientras nuestra vergüenza incrementaba.

Tratamos en aplacar el apasionado puritanismo del muchachito, pero no había forma; ni amorosamente y ni tapándole la boca. Entonces berreaba con la boca tapada. Lo que faltó fue incrustarle los dientes de leche en la encía.

El padre sacó al niño al tercer grito del “matrimonio’.

El cuento largo, en corto: cuando salimos del cine nos miraron a ver si éramos puritanos Cuákeros.

Por supuesto, no volvimos a ese teatro. Aunque siempre llevábamos a los niños a todas parte, sólo llevábamos al chico a películas de niños, Creyéndonos a salvo, el puritanismo de Mi Hijo Favorito de los Menores reincidió cuando en Lady and The Tramp los perritos chuparon el mismo fideo de espagueti y se dieron besitos de trompa, pero ya entonces, todos los niños hacían comentarios en voz alta.

(Foto, del Web)

8 comentarios:

Daia Galeano dijo...

esta entrada me hizo acordar la primera vez que fui al teatro. Era en Buenos Aires, tenía como 6 años aproximadamente, la obra no recuerdo exactamente de qué trataba pero si recuerdo el beso de los actores. Como fuimos de la escuela, al final de la obra nos permitieron hacer preguntas, un niño preguntó que si el beso fue de verdad. Respondieron que sí, luego tímidamente pregunté que si tenía novio la joven y si tenía novia el muchacho... cómo besaría a otra persona!! jaja... buenos recuerdos de cuestionarme muchas actitudes de "los mayores"...

Pluma Roja dijo...

Querida Casiopeia, una preciosa anécdota, los niños son geniales. Je.

Saludos cordiales, mil besos amiga.

Cassiopeia dijo...

Daianaaaaaaaaaaaaa!
Qué susto!
Pensé que habías preguntado "cómo se hace?"

Cassiopeia dijo...

Aida, la verdad es ue son geniales. Estoy segura de que tienes anécdotas tremendas...

Anda cuenta!

Tintero creativo dijo...

Hola preciosa tengo que salir pronto así que pase a dejarte mis besos de chocolate y coco, te quiero mucho tesoro.

Cassiopeia dijo...

Y yo a tí, Corazón Verde!
Te hubiera invitado a un café...
Los viernes empiezo a trabajar más temprano... si programamos con tiempo...
Capuchino!

Tintero creativo dijo...

Cassio ¿cómo sabes que me gusta el capuchino? está riquisimo, es mi preferido, un abrazo

Cassiopeia dijo...

Corazón Verde... el mío con azúcar morena, o negra, como le decimos nosotros.Honestamente no me gusta la miel con el café; la prefiero con el té. Y de azúcar de dieta... no me hables.
Si peco, que sea disfrutando.
Besos