Se atreven a seguir mis locos desmadres...

sábado, 24 de julio de 2010

Llamo a Herodes y no me avergüenzo

“¡Ayúdame Virgen de la Macarena!”, decía la abuela materna de mis hijos cuando mis hermanos daban guerrilla. “¡Por las alpargatas de San Cristóbal!”, vociferaba el bisabuelo de los futuros nietos de mi esposo.

Ninguno era español, pero esos alaridos de petición cristiana-apostólica-romana durante momentos de impotencia ante las viles estrategias de guerrilleros infantiles, eran su forma de expresar molestia.

De mi parte, que nadie espere eso. Con lo cristiano-apostólico no tengo problemas. Pero prefiero exigir a lo romano, sin pedir ayuda, ni jurar en vano.

Es que cuando escucho a un niño pegar gritos y pataletear en una tienda porque quiere que le compren algún dulce, o juguete, reclamo por la presencia inmediata del rey asesino de infantes con dos palabras bien pronunciadas, de manera que las entiendan creyentes, ateos, historiadores, y todos por igual:

“¡Ven Herodes!”

La frase puede ser sustituida por ¡Ay Herodes!, ¡Gran Herodes!, ¡Aquí Herodes!”, entre otras modalidades. Ello, sin importar que los gritones malcriados sean machos primogénitos de menos de un año de edad.

Juro –aunque no valore los juramentos- que ninguno de mis Hijos Favoritos se atrevió a hacerlo (en mi presencia). Estoy segura de que en algún momento vieron dos ojos verdes desorbitados antecedidos a un regañito bobo y no quisieron experimentar ese calor verde/rojo que de seguro provocaría actos más atrevidos.

Hoy, los pobrecitos, si están conmigo cuando a un hijo ajeno le da una pataleta, se retiran como quien no quiere la cosa y miran “distraídos” en otra dirección porque saben que en voz alta (ahora con más decibeles) voy a exigir la presencia inmediata de Herodes. Como estoy segura de toda seguridad que son muchos los que querrían hacerlo y no se atreven... ¡grito por todos!

“¡Ven Herodes!, ¡Cara-de-ajo, y que sea ya!”

(Ilustración, del Web)

6 comentarios:

Blanca dijo...

CASIOPEIA, ME ENCANTA COMO ESCRIBES, CREO QUE CON MI PRESENCIA Y MI CARA, NO OCUPÉ DE HERODES, PREGUNTARSELO A MIS SOBRINOS, JAJAJA, UPS. A VECES SE OCUPA, ¿ NO? SALUDOS LINDA SEÑORA.

Cassiopeia dijo...

Jajaja
Blanca! No te imagino!
Tú, tan dulce...

Dicen que a Dios se llega por amor, o por temor...

Dios nos coja confesás!
Besitos

Un lugar dijo...

Querida Cassi, hasta en eso nos parecemos, alguna vez llamé a Herodes. Lindo y entretenido post. Un beso enorme de madre a Madre. Uru.

Cassiopeia dijo...

Jajaja!
Uru, queridísima... Lo que no dije fue que el post es una advertencia a los futuros nietos de mi esposo y a sus respectivas madres de lo que puede pasar cuando los niños joden, y no como en la cancion deSerrat ("con la pelota")...

Soñadora dijo...

Jajaja, me divertí imaginándote invocar a Herodes en plena pataleta. Felizmente los míos tampoco recurrieron a ellas, quizás mi advertencia al primer asomo fue clara! jejeje
Besitos,

Cassiopeia dijo...

Soñadora, dí la verdad: seguro que le abrías los ojos grandotes y yo dabas espacio a más...
o, cuál era tu truco?