Se atreven a seguir mis locos desmadres...

sábado, 18 de junio de 2011

Súper Papá: “motivador” del deporte del aro y el balón (IV entrega)

Con la llegada de Mi Hijo Favorito de los Menores, Súper Papá logró la meta de contar con un baloncelista “in house”. No es que no estuviera feliz de que Mi Hijo Favorito de los Mayores no fuera deportista… ¡Nooooo! Es que Súper Papá quería un baloncelista. Jugara bien, regular, o mal… pero específicamente un baloncelista.

Llegó el enano menor y volvimos al mismo ritual (véase la serie de "Súper Papá: motivador blah, blah blah de baloncesto") Volvimos a las diminutas zapatillas Converse… etc.

Esta vez, el bebito llegó con el chip de "voy a jugar baloncesto" integrado. Además de mostrarse “receptivo”, al chico le gustaba el juego. Sospecho que el padre lo hipnotizaba desde antes de nacer mientras yo dormía. Al nacer, estoy segura que hacia otro tanto durante sus ratitos íntimos aprovechado esos minutos mientas yo me bañaba o cocinaba. El asunto es que -a pesar del chip y de las sesiones de hipnosis- según se desarrollaba el recién nacido, menos características de atleta mostraba. Al nacer se le salieron de sitio ambas caderas, apenas se volteaba porque sufría de reflujo crónico, y se retrasó en hablar.

¿Panorama difícil? ¡No para Súper Papá! Paciente, y seguro de su meta, logró que el bebito superara cada una de las “situaciones”, no “impedimentos”. A los 4 años, ya estaba capacitado para jugar baloncesto, correr en la cancha y hasta gritar “briuto” cuando un compañero cometía un error.

Su hermano mayor y yo quedamos como víctimas del otro 50% de la familia: tendríamos que ir a las gradas a aplaudirle al equipo de los rojos. Posteriormente, los azules, los verdes, los amarillos, los negros, los blancos, los chinitas, rosados, lilas, violetas… grises… turquesas... según creciera y cambiara de equipo al ritmo de los torneos.

En fin, a Súper Papá se le dio la ilusión de tener un hijo baloncelista.

*De nuevo… “La saga continúa…”

2 comentarios:

Mariposa Errante... dijo...

Hola:

Me gusto esa imagen.

Besos.

Instituto Luz sobre Luz dijo...

¡He disfrutado tanto toda la serie! ha sido un verdadero regalo. Me encanta leerte, Carmen. Escribes con tanto talento que es imposible parar!
Besos a los cuatro.
Edlín