Como canción de domingo no tiene precio. Durante muchos años, cuando era feliz e indocumentada (entiéndase soltera y sin compromisos), estuve bajo el hechizo de “Mi caballero”, el poema de José Martí en voz de Laredo, un magnífico grupo español que hoy parecería primitivo.
De niña conocí autor y poema, pero Laredo me dio la oportunidad de saborearme las letras del cubano en son y guitarras de los españoles. Divina combinación. Corría la década de los 70 del siglo pasado cuando yo escuchaba y escuchaba a Martí en voz de Laredo. Mediante “la magia” del LP en casa, y del 8-Track en un Datsun color verde en ruta a la universidad. Pasé la música a una grabadora enorme, de cintas, antes de darme cuenta que serían sustuídas por los cassetes.
Entonces llegó Mi Hijo Favorito de los Mayores. “Mi caballero” pasó a ser otra de mis canciones de cuna, especialmente los domingos por la mañana, cuando enamorados de la pereza nos regodeábamos los tres en la cama de agua tamaño King. Yo le cantaba al entonces bebito que se sentaba a horcajadas sobre el pecho de su papá y lo espoleaba sin piedad hasta marearnos con el oleaje de la cama.
Un sábado de tiendas de música me reencontré con un CD doble de Laredo y creo que lloré de la emoción. Lo compramos lo cantamos y lo cantamos aún años después. Cuando llegó Mi Hijo Favorito de los Menores, llegó la iPod… y ahí apresé a mi caballero.
En éstos días me he puesto nostálgica (fácil empresa) y me ha dado con tarareársela al “caballero” de 25 que dice que no recuerda ninguna canción de cuna. Dentro de un mes vemos a Mi Hijo Favorito de los Menores, y también se la cantaré. Para que el castigo no sea tan fuerte, será mediante mi iPod.
Hoy, Domingo de Canción, no he podido conseguir la versión original de los Laredo en YouTube, ni he logrado bajarla de mi iPod a Blogger. Quien la quiera escuchar, me la pide por e-milio (en un mensaje que deba advertir que es "privado"), y se la envío en attach. Como premio de consolación, les paso un multimedia que la reproduce con otro juego de tonos musicales -tristes y oscuros- por cierto. Además, la letra del poema. Una observación: no tiren los niños al aire. Me pone mal.
Mi caballero
(por José Martí)
16 comentarios:
La nota musical de esta domingo es realmente bella, Cass.
Un besote
Hola Canoso.
Debo tener tu correo. Si lo encuentro, te lo envío, porque la versión de Laredo es insuperable.
Al menos tenemos el CD en casa para que el abuelo de los hijos de mis hijo se la ponga.
Te busco!
Besos!
Que bonitos son esos momentos, lástima que estén tan lejos y lástima que en aquel momento no nos diéramos cuenta de su valor................
Un beso
Cierto Rita. Aún cuando los hubiéramos valoradon nunca hubiera sido suficiente.
Te envío la original?
Cassio, tienes mi correo, me lo envías?? :) si lo recomiendas es porque verdaderamente es un lujazo!! como esta entrada, super emotiva... Un abrazo cobertor amiga :)
Gracias por la canción amiga, la escuché varias veces, la voz es hermosa! la letra bellísima :)
Un abrazo cobertor :)
Que ternura de letra! Ya quiero ser abuela!!!!
Besitos,
Tranquila Soñadora, que todo tiene su momento.
Por cierto, te envío a tu correo la versión de Laredo de principio de los '70s... cuando todaví éramos hippies...
Besos
Me alegra mucho, Daiana. Quizás tu padre conoce a Laredo.
Besos
Muy bonita la canción pero no me imagino a tus hijos favoritos -ya de grandes- encima de su padre haciéndoles ¨caballito¨jaja
Besos.
Hola cielo vine a hacerte una visita y dejarte mi cariño, estoy de reformas en el blog ya sabes moviendo trastos y esas cosas, probando otras y bueno un lio muy grande, pero queria decirte algo que no me olvido de ti, que has hecho un blog precioso lleno de ternura y al mismo tiempo tienes una chispa que hace sonreir y sobre todo hay aire fresco y puro en él, respiralo con el alma y el corazón, un abrazo y muchos besitos de chocolate y de coco.
Cassiopeia tengo una cosa para ti en mi blog con todo mi cariño, muchos besos y abrazos
Corazón Verde, te he visitado y sé que andas de remodelación. Estoy segura que tu casa quedará hermosa... aunque siempre lo ha sido.
Sabes que puse una de mis casas en pausa. Ya sabrás por qué.
Como nunca se sabe hasta cuándo nos toca andar por éstos caminos, aquí te recibo para contarte las intimidades más preciadas de mi vida; las que quiero que conozcan los hijos de mis hijos y nietos de mi esposo.
Besitos de coco, canela y anís
Corazón Verde... gracias!!!
Hermoso regalo; y más aún saber que lo comparto con Uru!!
Bienquerida... iluminas cada rincón donde te haces presente... y siempre traviesilla...
Solo e digo que explotarían la panza de su padre, producto de una vida de consumo de cervezas.
Además... se verían bien feítos... jajaja
Daiana... cumplí!
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