Se atreven a seguir mis locos desmadres...

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viernes, 9 de julio de 2010

¡Hoy cumplo 25 años! (deMadre)

La primera semana de julio del 1985 me “despidieron" del trabajo. “Hoy es tu último día de trabajo”, me dijo mi editora muerta de la risa. No me permitió el lujo que a muchas otras empleadas: trabajar hasta casi romper fuente.

-“Mi’jita esa fuente me la rompes en tu casa. ¿Estás clara? Hemos estado cuidando esa barriga como si fuera de cristal. Así que nonines. Te me vas pa’ la D-43, y no me mires así”, me dijo María (nombre real).

No había forma de reclamar trato “normal”. Fueron 7 meses de “mimos ocupacionales” (antes de que se aprobaran las leyes actuales que hasta le reservan estacionamientos privilegiados a las barrigonas). Jefes y colegas, así como empleados de departamentos relacionados, estaban en ascuas esperando por ese bebé: mi quinto embarazo. Si miraba al lado, me preguntaban qué necesitaba; si quería ir al baño, se ofrecía para escoltarme. Siempre había una cítrica y un vaso con hielo sobre mi escritorio para espantarme las náuseas que tuve durante 9 meses. Yogourt Dannon de melocotón o fresas; nunca combinado. Ciruelas pasas a las 3:00 de la tarde y almendras mientras conducía a casa.

Mis padres estaban fuera del país, pero llegó una tropa a “cuidarme”. Los cuentos de la fuente que sólo goteó, los abuelos y las gemelas; "la playa" y el sueño de mi esposo también se quedan en el tintero. Merecen un espacio por sí solos.

Hoy conmemoro el vigésimo quinto cumpleaños de mi Hijo Favorito de los Mayores. Fiesta Nacional. El bizcocho con las 25 velas, los globos y los regalos son para él; pero deep inside, los dos sabemos que quien celebrará a la 1:27 de la tarde de hoy, soy yo.

Tomen nota, nietos de mi esposo; hijos de mis hijos. Celebren sus respectivos cumpleaños con una Fiestas Nacional para sus madres. Yo lo hacía con la mía.

(Foto, de la Web, yo me como los bizcochos, no los retrato...)

jueves, 20 de mayo de 2010

Bebé macho= apuesta gana (*&%#@)

Después de 4 intentos fallidos y en extremo dolorosos, ese Quinto Embarazo fue la alegría de la Calle 9 D-43; la alegría de todos los departamentos del medio en el que trabajaba, de los guardias de seguridad, las cocineras de la cafetería y de cuanta persona que me había visto con el moco caído tantas veces antes.

La nube que opacó el embarazo fue una mala barriga que me puso a vomitar tanto, que en vez de subir de peso, bajaba. Y pesando 98 libras... no era buena cosa. Tanto vomitaba que me laceré las cuerdas vocales. Ya vomitaba sangre. Me inyectaban vitaminas porque no las aguantaba... en fin, un desastre. Llegué a pensar que un embarazo puede ser el mejor anticonceptivo del mundo.

Mientras yo vomitaba, mi abnegado esposo limpiaba mis cochinadas. Lo que yo no sabía es que los vecinos lo embromaban diciéndole que limpiaba mucho porque era chancletero (padre de muchas hembras); que con él moría el apellido que es muy raro (asquerosos machistas); y que su revólver sería el más lustroso del vecindario porque lo estaría limpiando cada vez que un pretendiente se le acercara a la nena por nacer. Desconocía además, que para molestarlo de veras cada vecino apostó a que sería hembra. La apuesta era por cajas de cervezas. Cajas. Dije cajas de cervezas. El proceso del embarazo se dio sin que yo quisiera saber el sexo del bebé.

Seleccionamos un neonatólogo ya que se trataba de un embarazo de alto riesgo... y un bebé que se anticipaba frágil y "con problemas". Dr. Zapata -el médico más gracioso del mundo- fue el único ser humano que se atrevió a apostar frente mí.

Hace 20 años que no vivimos en la Calle 9 D-43. Pero cada vez que visito a mis amados ex vecinos les recuerdo las estiba de cajas de cerveza que llegaban mientras me quebraba la espalda un bebé chillón que además me rompía los pezones y me cagaba casi casi líquido, hasta las rodillas. Ellos recuerdan el embarazo más feliz y celebrado de la calle... con cajas de cervezas.

El tan festejado muchachote cumple 25 años en par de semanas; hace pesas y le encanta la birra. Pero a mí no me acaba de gustar eso de las apuestas a cuenta de un embarazo.

(Foto de la Web... ni modo, se bebieron aquellas hace un cuarto de siglo..)