- “¿Qué quieres ser cuando seas grande?”
- “Bazurelo”.
- ¿Basurero?
- “Chí, bazurelo”
Mi Hijo Favorito de los Menores siempre ha tenido la capacidad de asombrar y asustar a las personas. Y encontró otro mecanismo al dar a conocer su futuro profesional.
El padre de la criatura se escandalizó. Yo, la verdad es que esperaba que dijera conductor de camiones de basura, o algo así. Eso, porque todos los lunes antes de que amaneciera, el muchachito corría a una esquina del ventanal que da al frente de la casa tan pronto escuchaba que el camión de la basura se acercaba. Lo miraba embelesado y replicaba el sonido del cilindro que revuelve pestilencias:
-“¡Brum…Brrrrummm… Bbbbbbrrrrrrrrrruuuuuuummmmm!”
Los Reyes Magos lo supieron y le regalaron un enorme camión de basura plástico. No era de metal, ni alborotoso como los Tonka. Tampoco era Playmobil, por razones obvias (piezas demasiado chiquitas y precio extraordinamente alto). Aquél camión era apto para sus manitas regordetas. No hacía el escándalo del verdadero camión de basura. De todas formas, él quería ser recolector de basura.
- Pues mi amor, si quieres ser basurero, tienes que ser un gran basurero porque las cosas se hacen bien, o no se hacen”.
El padre de la criatura se volvió a escandalizar. Que yo no debía promover “cosas así”; que si yo estaba loca; que si estábamos gastando una fortuna en la educación de Montessori del mayor y al chiquito le promovíamos “eso” de ser basurero.
En resumidas cuentas, la ilusión de ser basurero le duró hasta que quiso ser vaquero. Pero estoy segura que nunca se le olvidó. Mientras estaba en escuela superior, trabajó de mesero y buscó la forma de hacer un negocio con su jefe para disponer de la grasa usada del restaurante. A través de una firma de reciclaje y logró un puesto para representarlos en todos los restaurantes del sector. ¡Bendita basura! También recolectaba latas y plásticos.
En septiembre se cumplen 3 años de su ingreso a la universidad. Desde la Facultad de Administración de Empresas, ha visto la disposición de basura y el reciclaje como una industria lucrativa y de mucho futuro. Yo, como siempre, lo exhortaré a que trabaje para ser un excelente basurero del que todos estemos orgullosos.
(Foto, de la Web)
10 comentarios:
Jajaja.
Hasta ahora mi nena de cuatro añitos me ha dicho que quiere ser princesa, a ver con qué me sale cuando crezca.
Saludos.
Querida Mayo... Mayo querida...
cualquier cosa es posible.
Mientras, té de manzanilla...
Uyyy y mi enano de 4 años quiere ser vaquero, astronauta ah y quiere un omnitrix para convertirse en su alien favorito jajaja
Qué niño maravilloso.
Promuéve le mucho la lectura.
Y dale un besito en la frente de mi parte.
No soy madre aún pero me encantan las ocurrencias de los niños. Mi sobrino, a los 4 años descubrió que quería ser "el hombre araña" ahora tiene 6, su traje de niño arácnido apenas le abrocha ja! besos! :)
Jajaja, Daiana...
No me quiero imaginar lo que usa para hacer telarañas (goma de mascar?)
Mientras no trate de subir paredes, no hay problema.
Besos
Tú si que le diste la "fórmula mágica" para triunfar! O lo haces bien o no lo haces!
Besitos!
Y si que ha resultado el mejor claro que si.
Un beso.
Ay Soñadora...
Y si decide no hacer nada?
Naaaaa, es una broma!
Besos
Bienquerida, nunca se sabe. Yo tengo confianza en que sí.
Besos
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