Se atreven a seguir mis locos desmadres...

martes, 12 de abril de 2011

¿Qué voy a hacer? Je ne sais pas

Cuando salió la canción –en el 2001- me sorprendí de lo fácil que se me hizo memorizarla… excepto por la frase de la marihuana. ¡Linda Madre que hubiera sido yo por cuentas de un ritmo pegajoso! Avant Garde, pero tras las rejas.

Mi Hijo Favorito de los Menores -entonces de 12 tiernos añitos- sabía lo que cantaba… sabía que era en extremo contagiosa y nos miraba con picardía a ver qué le decíamos.

-“Me gusta marihuana, me gustas tú. Me gusta colombiana, me gustas tú”.

Mientras el enano cantaba, yo me mordía la lengua para evitar dos cosas: 1) pegarle un grito para que saltara la frase; o, 2) cantarla con el muchachito a boca de jarro… como siempre hice (con otras canciones).

-“Me gusta marihuana, me gustas tú. Me gusta colombiana, me gustas tú”.

Yo hubiera sido un excelente caso para un Tribunal de Maltrato de Menores. Entonces sí que hubiera entonado a galillo reventa’o: “¿Qué voy a hacer? Je ne sais pas. ¿Qué voy a hacer? Je ne sais plus. ¿Qué voy a hacer? Je suis perdu”.

Me gustas tú

¿Qué horas son mi corazón?
Te lo dije muy clarito
Doce de la noche en la Habana, Cuba
Once de la noche en San Salvador, El Salvador
Once de la noche en Managua, Nicaragua

Me gustan los aviones, me gustas tú.
Me gusta viajar, me gustas tú.
Me gusta la mañana, me gustas tú.
Me gusta el viento, me gustas tú.
Me gusta soñar, me gustas tú.
Me gusta la mar, me gustas tú.

Que voy a hacer, je ne sais pas.
Que voy a hacer, je ne sais plus.
Que voy a hacer, je suis perdu.
Que horas son, mi corazón.

Me gusta la moto, me gustas tú.
Me gusta correr, me gustas tú.
Me gusta la lluvia, me gustas tú.
Me gusta volver, me gustas tú.
Me gusta marijuana, me gustas tú.
Me gusta colombiana, me gustas tú.
Me gusta la montaña, me gustas tú.
Me gusta la noche, me gustas tú.

Que voy a hacer, je ne sais pas.
Que voy a hacer, je ne sais plus.
Que voy a hacer, je suis perdu.
Que horas son, mi corazón.

Doce y un minuto

Me gusta la cena, me gustas tú.
Me gusta la vecina, me gustas tú.
Radio
Me gusta su cocina, me gustas tú.
Una de la mañana
Me gusta camelar, me gustas tú.
Me gusta la guitarra, me gustas tu.
Me gusta el reggae, me gustas tu.

Que voy a hacer, je ne sais pas.
Que voy a hacer, je ne sais plus.
Que voy a hacer, je suis perdu.
Que horas son, mi corazón.

Me gusta la canela, me gustas tú.
Me gusta el fuego, me gustas tú.
Me gusta menear, me gustas tú.
Me gusta La Coruña, me gustas tú.
Me gusta Malasaña, me gustas tú.
Me gusta la castaña, me gustas tú.
Me gusta Guatemala, me gustas tú.

Que voy a hacer, je ne sais pas.
Que voy a hacer, je ne sais plus.
Que voy a hacer, je suis perdu.
Que horas son, mi corazón.

A la bin, a la ban a la bin bon ba
A la bin, a la ban a la bin bon ba
Obladi Obladá Obladidada
A la bin, a la ban a la bin bon ban

No todo lo que es oro brilla
Remedio chino e infalible



martes, 5 de abril de 2011

Cerca, bien cerquita

Queridos nietos de mi esposo e hijos de mis hijos: ¿Les dije que antes de nacer, mis hijos nos esperaban en dos estrellitas? ¿Les dije que además de las Canciones de Cuna tradicionales les cantaba –o los asustaba- con canciones populares “de mi época? Esa fue una de las muchas mañas que aprendí de su bisabuela Isabel, quien además se apropiaba de “canciones de vellonera… de esas “corta venas” de despecho.

Me imagino que con 6 muchachos… su repertorio se agotaba. Aunque ese no fue mi caso –por ser sido madre solamente de Mi Hijo Favorito de los Mayores y de Mi Hijo Favorito de los Menores- también los acurrucaba con éxitos musicales de “mi época”.

Espero que entiendan esta doble generación de madres amelcochadas como dulce de coco con melaza de caña.

Close To You

Why do birds
Suddenly appear?
Everytime you are near

Just like me
They long to be
Close to you
Why do stars
Fall down from the sky?
Everytime you walk by

Just like me
They long to be
Close to you

On the day that you were born
The angels got together and decided
To create a dream come true

So they sprinkled moondust in your hair
Of gold and starlight in your eyes of blue

That is why all the girls in town
Follow you all around
Just like me
They long to be
Close to you

Just like me
They long to be

Close to you
Woo... close to you...


domingo, 27 de marzo de 2011

Bezitoch a Máma

Ha pasado mucho tiempo. Ya creció. Soy consciente de que la opinión, gustos y sabores de los besos han cambiado mucho para Mi Hijo Favorito (de los Menores).

De chiquitito, solo quería darle “Bezitoch a Máma”. Babosos y con el sabor/olor de lo último que hubiera comido. Eran besos fogosos, rabiosos, traviesos… de boca chiquita… hacían blanco lo mismo en mis labios que en mi nariz; cuello, cabeza… o bien sonados en el oído.

El Cachetudo era dueño de las más regordetas mejillas que invitaba a que lo besuquearan. Las mujeres lo perseguían sin decoro, sobretodo, Ingrid y MariaJudith, mis compañeras de la Redacción. La rookie y la leyenda del periodismo –respectivamente- me lo perseguían entre los escritorios cerca de la hora del cierre.

Años después, cuando Tarkan grabó “La canción de los besitos”, Mi Hijo Favorito (de los Menores), rompió la alcancía y me compró el CD. Hoy día no creo que corra para evadir los bechitoz de chicas guapas y jóvenes. Yo, conservo el CD y los besazos que me estampa cuando llega de visita.

lunes, 21 de marzo de 2011

Luna, lunera, cascabelera

De haber sido pequeños, el pasado sábado hubiera llevado a Mis Dos Hijos Favoritos al punto más empinado del vecindario, por donde la luna se asoma desde que ellos la conocen. Les hubiera advertido que esa noche de perigeo la luna se vería cerquita… solamente a 356,577 kilómetros.

Les hubiera dicho que me sentía orgullosa de que ellos no le hubieran comido los cuentos a los “programas especiales” que auguraban desastres a causa de la Súper Luna Llena del 19 de marzo de 2011. Les hubiera pedido que grabaran en su “disco duro” esa noche para rememorar la experiencia con sus propios hijos cuando se repita dentro de 18 años.

Yo todavía recordaba la primera mia.

De paso, les hubiera enseñado el nombre de nuestro fiel satélite en otros idiomas… y les hubiera repetido el cuento de la tarde que me senté frente al televisor a ver como Neill Armstrong supuestamente ponía un pie en el suelo luna… y les hubiera dicho que buscaran en Internet sobre la polémica que ha puesto a dudar a muchos.

Los niños de estos tiempos –especialmente a los montessorianos- exigen datos, información, dudan y buscan más allá de lo obvio. Pero también les hubiera cantado la misma canción que me cantaba mi madre… que nunca me habló de distancias ni rutas satelitales, y mucho menos a dudar de los espectáculos televisados.

La misma canción a que les cantaría a ustedes, hijos de mis hijos, y nietos de mi esposo. La de la “Luna, Lunera, Cascabelera”. Y que sus padres se encarguen de los kilómetros, de las rutas de la luna, de las fases y los cambios en las mareas.

(Ilustración, del Web)

LUNA LUNERA CASCABELERA

Luna lunera, cascabelera
ve dile a mi amorcito por Dios que me quiera
dile que no vivo de tanto padecer
dile que a mi lado debiera volver.
luna lunera, cascabelera
ve dile a mi amorcito por dios que me quiera
dile que me muero que tenga compasión
dile que se apiade de mi corazón.
ay lunita redondita
que la espuma de tu luz
bañe mis noches.
ay lunita redondita
dile que me has visto tu
llorar de amor.
de amor.

sábado, 19 de marzo de 2011

La Generación de los ¡Ay!

Desde el comedor escuché un alarido causado por un iPhone: el grito desesperado del Padre de las Criaturas (por “Criaturas”, entiéndase “Mi Hijo Favorito de los Mayores”, y “Mi Hijo Favorito de los Menores”). Explico: el hombrón de 58 años le pedía auxilio al nuevo profesional, de 25.

-“¿Cómo llamo?”

-“¡Ay Papa, marcando los números! Pero si los tienes en el directorio, mejor.”

-“¿Así?”

-“¡Ay Papa! ¡Noooo! Los nombres van donde dicen ‘name’ y los apellidos, donde dice ‘last name’. Si lo pones todo junto, pudiera no ser tan fácil encontrarlos!”

-“¿Y cómo encuentro los mensajes entre todos estos cuadritos?”

La “conversación” transcurrió a consecuencia del temerario cambio de un BlackBerry a un iPhone 4. Por más que se lo dije, no hizo caso.

-“Mi Amor, que eso de los iPhones no es para todo el mundo. El teclado es truquero. Si viras el telefonito, las imágenes se ven a lo ancho y te puedes confundir. Tienen tantas aplicaciones que un día de 24 horas no te va a alcanzar para explorar ni una octava parte”, le había dicho yo. “Los muchachos tienen tiempo para esas vainas, espera a que te jubiles…”

Pero no me hizo caso. Ahora no puede ni siquiera hacer lo que le hizo cambiar de BB a iPhone: integrarse a las conference calls de su trabajo. De aquí a que aprenda… se habrá jubilado…

A los muchachos les ha tocado nacer y criarse en la Generación de los iPods, iPhones, iTunes y iPads… o sea: "Ay Pods", "Ay Toch", "Ay Founs", "Ay Pads". ¿A nosotros? La época de los “¡Ay! ¿Y ahora, qué hago?” Estoy segura que a ustedes, Hijos de Mis Hijos y Nietos de mi Esposo tendrán en sus manos inventos mas interesantes… ¡Buena suerte con sus hijos!

lunes, 14 de marzo de 2011

Per me per sempre

No sé suficiente italiano como para traducirla palabra a palabra, pero puedo garantizar que sería la canción que le hubiera cantado a la hija que no tuve… aunque estoy clara de que los hijos no son propiedad de los padres.

Cuando la escuché por vez primera pensé que “Per me per sempre” estaba dedicada a una mujer/amante.

Tiempo después, me regalaron el DVD de un concierto de Eros Ramazzoti en Roma (estoy casi segura que fue en Roma). Cuando cantó “Per me per sempre”, en la pantalla grande enfocaron a su hijita mientras la entonaba simultáneamente. No lloré el italiano, pero me emocioné en español con correntones de lágrimas sin idioma.

A muchos no le gusta la voz completamente nasal de Eros. De hecho, los italianos que conozco lo detestan –al igual que a Laura Pausini- porque alegan que está “comercializado en América”.

De todas formas, queridos hijos de mis hijos (y quién sabe si hijas de mis hijos) y nietos y/o nietas de mi esposo… aquí les regalo el video oficial de mi Canción de domingo, en lunes... cuya clave eliminaron. De haber encontrado mi DVD hubiera hecho trampa para duplicarlo para beneficio de los que ni estuvimos en el concierto, ni vieron el DVD.

(Ilustración del Web)

http://www.youtube.com/watch?v=oi-5uMm4JU0

domingo, 6 de marzo de 2011

Coreografías en la cocina

Hasta ahora –cuando mis bebitos son unos hombrones- no me había detenido a pensar porqué a sus padres le gusta tanto cocinar. Estoy segura de que la razón principal es porque les gusta comer. Puede que haya influenciado en que tanto a su padre como a mí nos encanta cocinar y nos divertía hacerlo… excepto cuando él interfería en mi metodología de “sazón a ojo”.

Por eso, ustedes –hijos de mis hijos y nietos de mi esposo- no se asusten cuando vean a sus maravillosas madres hciendo lo mismo que por tradición se ha hecho en casa.

Desde siempre, “mi” cocina fue un mini-salón de baile gracias a la magia de un radio blanco clavado debajo de uno de los gabinetes. AM, FM y CD’s provocaron todo tipo de bailes. Boleritos con aromas a cebollas y a recao; salsa para la salsa… o sal y la pimienta bailando el chachachá. Solo competía con la música el sonido de la olla de presión.

Poco después, mi esposo instaló un pequeño televisor con capacidad para VHS. “¡Nada de películas cuando se cocina!”, dijo La Generala, que soy yo. Pero por mucho que mandara, siempre cedía a los reclamos de la mayoría... ¡Tremendo autoritarismo! Así que aunque hubo películas, la música siempre tomaba por asalto la cocina aunque fuera por los “canales de video musicales”.

El jolgorio se descontroló cuando la maquinita de DVD’s llegó a la cocina. Sospecho que ya sería porque los chicos eran más grandecitos y me convencían con besos azucarados. La época coincidió con las grabaciones de conciertos y películas.

Destaco que cuando llegó Shrek, practicamos la coreografía final dando traspiés entre el pasillo de entrada y el counter (unos) y otros entre el counter y la estufa. Durante la visita de una de mis hermanas -su tía abuela Marinés- hicimos bailar hasta a su esposo Ignacio y mis bellas sobrinas Coralys y Natalia… ”Dance to the Music…!” Por supuesto que pasamos el DVD de Shrek a la sala de estar y el grupo entero –capitaneado por La Generala- calcamos la bailadera que nació entre los aromas a cebollas y recao.

(Ilustración, de la Web)

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NOTA de la Generala:

¡Acabado de recibir! Mi Hijo Favorito de los Menores acaba de enviarme un mensaje por gmail. Me reclama no haber incluído el concierto “Fina Estampa” de mi novio Caetano Veloso… y yo, como soy “blandita de corazón”, lo complazco… porque lo bailamos y lo cantamos... hasta memorizar cada gesto. Y él como es tan pícaro...

Aquí te complazco, Mi Capullito de Alelí: