Se atreven a seguir mis locos desmadres...

domingo, 3 de julio de 2011

La noche loca de Mima

Hay un espacio fino entre la adolescencia y la adultez en el que los padres a veces somos necesarios… y a veces no. Sepan madres de los hijos de mis hijos lo que nos sucedió. Y sepan, futuros nietos de mi esposo, que los padres no estamos de figura decorativa.

En ese periodo de descubrir música “diferente” mi hijo Favorito de los Menores descubrió una cantautora jovencita. La chica no había grabado con disqueras. Su música, en grabaciones cuasi artesanales se conseguía pirateada, o en la única tienda de ropa étnica (whatever that means), apta para chicas flacas, jóvenes, despreocupadas y libres… tal y como yo había sido hace 35 años.

Conocíamos algunas canciones de Mima porque el enano nos las hizo escuchar directo de la iPod en algún viaje de 3 horas para visitar a los abuelos de San Germán. El chico había rerepirateado las canciones de la tal Mima de un amigo que las había repirateado de otro que a su vez, las había pirateado. A mí me encantó el estilo desenfrenado e irreverente de la chica, que hasta ese día había sido un misterio.

Poco después, el amigo del amigo del amigo de mi hijo anunció un concierto de Mima en un café teatro bohemio. Todavía Mi Hijo Favorito de los Mayores no tenía licencia de conducir, así que Súper Papá ofreció a llevarlos.

¡Sorpresa! El café teatro era un antro de perdición a los ojos de un padre cuarentón y canoso, quien obviamente estaba fuera de lugar. La Mima se tardó más de 2 horas en salir al escenario y la gritería en el lugar era tal, que el Abuelo de mis Futuros Nietos –oficialmente sordo- no lo podía tolerar. La cajita de paciencia de mi esposo se quebró y pidió el reembolso de las taquillas. No pagó por ver un micrófono solo.

Los tres llegaron a casa con trompas por distintas razones: Papa Oso porque le hicieron perder el tiempo, porque olió humo de cigarrillo y de otras cosas; Osito Adolescente-Casi-Joven-Adulto porque lo hicieron ir a una “mierda” y perdió un tiempo precioso para jugar Sims en su compu; y, Osito Menor-Recién-Llegado-a –la Adolescencia porque se quedó sin ver a la misteriosa Mima.

Yo, la quiero conocer, escuchar su música, y hasta entrevistarla. Me parece que hace falta promover su talento, oculto por las leoninas casas disqueras. ¿Y si llega tarde a los conciertos? ¡Le regalo un reloj! Porque a Mima no la detiene ni la lluvia…

(Foto de la Gueb. Yo no estuve en el concierto del micrófono sin voz)

2 comentarios:

Soñadora dijo...

Pero que rico ritmo, que se me ha quedado incorporado! Mañana no sé qué cantaré en el ensayo del coro!

Besitos,

Cassiopeia dijo...

Canta, canta, canta...
y en la cocina... ya sabes... percusión con calderos como la banda de Mima!
Besos!