Se atreven a seguir mis locos desmadres...

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martes, 10 de marzo de 2015

deMadre, deRegreso

Si buenas son las pausas, mejores son los regresos. Aplica a casi todo, excepto a algunas rupturas matrimoniales... creo yo…

Recuerden eso, nietos de mi esposo. No es broma.

En fin, que el 21 de octubre de 2013, mi plan fue “tomar unas vacaciones de los tres blogs debido a mis quebrantos de salud”, pero entre una cosa, y la otra, “la pausa” se convirtió en un hiato de 18 meses. 

En aquél momento, “los quebrantos” me quebraron todo, excepto el ánimo. Pero la intensidad y frecuencia de mis convulsiones (¿les había dicho que convulso?) me pegó duro.

En ese periodo de tiempo: me dejé las canas, se incendió 1/3 parte de nuestro hogar, Nuestro Hijo Favorito de los Mayores se compró su primer carro, un apartamento, y se casó... y obviamente, se mudó. ¡Ley de Vida!

Nuestro Hijo Favorito de los Menores se graduó de universidad, aceptó un trabajo en Nueva York, compró un apartamento, cambió de trabajo y nosotros nos integramos a la lista de amigos que ya conocen lo que es “el Nido Vacío”. De nuevo: ¡Ley de Vida!

Ahora, regreso a continuar este anecdotario sobre las peripecias de una madre desmadrada. Esto, en "beneficio" de ustedes, nietos por nacer. Antes que se enteren por otro, se lo cuento yo.